El 20 de junio de 2025, el mundo conmemora el Día Mundial de los Refugiados bajo el lema «La comunidad como superpoder», destacando la fuerza que se encuentra en la unidad y las experiencias compartidas. Este año se enfatiza el papel vital que desempeñan las comunidades en la acogida y el apoyo a los refugiados, convirtiendo los desafíos en oportunidades de crecimiento y solidaridad.
En tiempos de crisis, la importancia de la comunidad se hace especialmente evidente, sobre todo para los niños. El desplazamiento, la inestabilidad y las dificultades pueden dejar a los jóvenes vulnerables, desarraigados de sus entornos familiares y aislados de los sistemas de apoyo esenciales. Sin embargo, es a menudo en las comunidades donde los niños encuentran seguridad, sanación y esperanza. Ya sea a través de vecinos, escuelas u organizaciones locales, el poder de la comunidad reside en su capacidad para proteger, nutrir y animar a quienes se encuentran en mayor riesgo. Esto es especialmente cierto para los niños afectados por la crisis de refugiados venezolanos, uno de los desafíos humanitarios más apremiantes en América Latina hoy en día.

La crisis de refugiados venezolanos
Desde 2014, Venezuela ha experimentado una de las crisis humanitarias más graves de la historia de Latinoamérica. El colapso de su economía, impulsado por la mala gestión política, la hiperinflación, la corrupción y la drástica caída de los precios del petróleo, ha provocado pobreza generalizada, escasez de alimentos, falta de atención médica y un aumento vertiginoso de la delincuencia. Como resultado, más de 7,7 millones de venezolanos han huido del país, convirtiéndola en una de las mayores crisis de desplazamiento del mundo en la actualidad.
Colombia se ha convertido en el principal país de acogida, con más de 3 millones de refugiados y migrantes venezolanos residiendo actualmente allí.La respuesta del gobierno colombiano, incluido el Estatus de Protección Temporal introducido en 2021, ha sido elogiada como generosa e inclusiva.
Sin embargo, muchos migrantes venezolanos, en particular mujeres y niños y niñas, siguen enfrentándose a riesgos adicionales al llegar. La magnitud de la migración ha ejercido una enorme presión sobre los servicios públicos colombianos, especialmente en educación, salud y vivienda. Las regiones fronterizas y las zonas urbanas de bajos ingresos son especialmente vulnerables, donde la escasez de recursos y la precaria infraestructura pueden dificultar aún más que las familias accedan al apoyo que necesitan.
A pesar de estas dificultades, comunidades y organizaciones como Children Change Colombia (CCC) están trabajando para crear entornos seguros y de apoyo para las familias desplazadas y ayudar a reconstruir sus vidas.

Compromiso de Children Change Colombia
Con este proyecto, Children Change Colombia apoya cada año a 140 niños, niñas y sus familias, el 80% de ellos provenientes de Venezuela, quienes han encontrado un nuevo hogar en Bogotá. A través del programa, reciben acompañamiento psicosocial, almuerzo y refrigerios, apoyo escolar y un espacio seguro donde pueden practicar deportes, danza y música.
El compromiso de la organización se ha fortalecido aún más a medida que la crisis venezolana se ha agravado, con un número creciente de niños, niñas y familias migrantes que buscan protección y apoyo. “La mayoría de las familias llegan aquí desplazadas internamente o desde Venezuela en busca de mejores oportunidades económicas”, afirma Jonathan Peralta, director del proyecto Hogar Amanecer.
Además, madres y jóvenes que ejercen el trabajo sexual participan en talleres de emprendimiento y formación vocacional, con el fin de acceder a nuevas oportunidades de sustento.
“He trabajado en campamentos de refugiados y en zonas afectadas por desastres naturales, pero el lugar que más me ha impactado es el barrio Santa Fe, donde el trabajo sexual, las drogas y el crimen están presentes 24/7, y las familias conviven con esta realidad. Muchas madres encierran a sus hijos e hijas en pequeñas habitaciones para protegerlos de lo que ocurre afuera. Hogar Amanecer les ofrece un pequeño oasis, un respiro frente a una realidad estremecedora. Y el apoyo no es solo para ellos: sus familias también hacen parte del proceso”
Ángela Carreño, directora ejecutiva de Children Change Colombia.
Involúcrate: Sé parte de la comunidad
El Día Mundial del Refugiado nos recuerda que una comunidad es mucho más que un lugar: es la unión de personas que ofrecen apoyo, esperanza y un sentido de pertenencia. En Colombia, donde millones de venezolanos han buscado refugio, la comunidad ha sido clave para ayudar a las familias a reconstruir sus vidas.El trabajo de Children Change Colombia con población refugiada demuestra lo que es posible cuando las personas se unen por una causa común.
Tú también puedes ser parte de esta comunidad. Al donar, compartir este mensaje o simplemente informarte más, estás apoyando a niños, niñas y familias en situación de vulnerabilidad, y demostrando que la comunidad es, de verdad, un superpoder. Para conocer más sobre las iniciativas de Children Change Colombia y cómo puedes contribuir, visita: www.childrenchangecolombia.org
Tu apoyo puede marcar una diferencia real en la vida de quienes más lo necesitan.
Escrito por: Anna-Sophie Mußner (Estudiante de maestría | Pasante de CCC)