Imagina que alguien te trata mal por ser quién eres, te discrimina, te agrede o te niega algo que mereces. Ahora imagina que te quedas callado pensando que “así es la vida” o “no puedes hacer nada”. ¡Error! En Colombia, los jóvenes de 14 a 17 años tienen derechos protegidos por la ley, y también tienen rutas claras para defenderse si alguien los vulnera.
La justicia no es solo para adultos, ni para “gente importante”. La justicia también es para ti. Y aquí te voy a enseñar, de forma práctica y sin vueltas raras, cómo puedes actuar si alguien pisa tus derechos. Porque sí, puedes denunciar, puedes exigir, y puedes hacer que tu voz sea escuchada. ¡Vamos paso a paso!

Primero lo primero: ¿Cuáles son tus derechos?
Antes de hablar de cómo denunciar, es clave que sepas qué estás defendiendo. Como joven en Colombia tienes derechos como:
- Derecho a la vida, a la integridad física y emocional.
- Derecho a la educación, a la salud y a la participación.
- Derecho a no ser discriminado por tu raza, género, orientación sexual, religión o condición económica.
- Derecho a vivir sin violencia (física, psicológica o sexual).
- Derecho a la privacidad y a la libertad de expresión.
Estos derechos están reconocidos en normas muy serias como la Constitución Política de Colombia, el Código de Infancia y Adolescencia (Ley 1098 de 2006) y tratados internacionales.
¿Que alguien te los vulnere? Eso no es “normal” ni “culpa tuya”. Es ilegal. Y tienes todo el derecho de defenderte.

¿Cuándo y por qué deberías denunciar?
Debes denunciar cuando:
- Te agreden físicamente o psicológicamente.
- Sufres abuso o acoso sexual.
- Te discriminan por tu identidad, raza, discapacidad o cualquier otra razón.
- Te niegan acceso a educación, salud o protección por ser joven.
- Te explotan laboralmente o te obligan a hacer cosas que no quieres.
- Te amenazan o te intimidan.
Denunciar no solo es un derecho; también es una forma de protegerte a ti mismo y a otros que podrían pasar por lo mismo.
Rutas de denuncia: ¡Aquí es donde empieza tu poder!
Te presento las principales opciones que tienes en Colombia. Elige la que mejor se adapte a tu situación.

1. Comisarías de Familia
¿Cuándo acudir? Cuando vives violencia intrafamiliar, maltrato físico o emocional por parte de alguien de tu hogar.
¿Qué hacen? Pueden protegerte rápidamente, emitir medidas de protección, separar al agresor y garantizar tu bienestar.
¿Dónde encontrarlas? Están en las alcaldías municipales. Puedes buscarlas fácilmente en Internet colocando “Comisaría de Familia + tu municipio”.

2. Defensoría de Familia (ICBF)
¿Cuándo acudir? Cuando tus derechos están siendo amenazados o vulnerados y necesitas protección especial.
¿Qué hacen? Te asignan un defensor que vela por tus derechos y puede iniciar procesos legales en tu nombre.
¿Dónde? En las sedes del ICBF de tu ciudad o llamando gratis a la línea 141.

3. Fiscalía General de la Nación
¿Cuándo acudir? Si eres víctima de delitos como abuso sexual, violencia física grave, amenazas, extorsión o trata de personas.
¿Qué hacen? Investigan el delito y llevan el caso ante un juez.
¿Cómo denunciar?
- Página web: www.fiscalia.gov.co
- Línea telefónica: 122
- Presencialmente en las URI o Centros de Atención a Víctimas.

4. Personerías Municipales
¿Cuándo acudir? Cuando sientes que una entidad pública no respeta tus derechos o si ves irregularidades.
¿Qué hacen? Velan por la defensa de los derechos humanos y pueden interponer acciones legales.
¿Dónde? En la alcaldía o edificaciones gubernamentales de tu municipio.
5. Plataformas digitales
Hoy, muchas denuncias también se pueden hacer desde el celular. Algunas opciones:
- Aplicación “Te Protejo” (denuncias de violencia, abuso, explotación infantil). https://teprotejocolombia.org/
- Redes oficiales de la Fiscalía y el ICBF.
¡Tips rápidos para denunciar sin miedo!
- Habla claro: Cuenta lo que pasó, sin omitir detalles importantes.
- Guarda pruebas: Mensajes, fotos, grabaciones, testigos.
- Busca apoyo: Un adulto de confianza puede acompañarte.
- No te sientas culpable: Quien está mal es quien vulnera tus derechos, no tú.
- No te rindas: Si no te creen al principio, sigue insistiendo. Tu voz vale.

Tu voz es poderosa
Que nadie te diga que “eres muy joven para entender” o “no tienes derecho a quejarte”. Tu edad no es un obstáculo; es tu fuerza. Los cambios grandes empiezan con pequeñas acciones valientes.
Así que si alguna vez sientes que vulneran tus derechos, no dudes: actúa. Usa las rutas de denuncia, busca apoyo y recuerda que mereces vivir libre de violencia, discriminación y abusos.
La justicia también es para ti. ¡Tú también mereces ser escuchado!
¡Elige ser parte del cambio!
Escrito por: Juan Pablo Manjarres Varón