Violencia sexual y de género
La violencia sexual viola los derechos de los niños, perjudicia su salud, bienestar y desarrollo, y aumenta su vulnerabilidad frente a otros tipos de violencia.
A pesar de esto, sigue siendo un problema “silencioso” grave que no se está abordando a nivel nacional.
Los efectos nocivos de la violencia sexual pueden perdurar durante generaciones. Un niño que nace como resultado de violencia sexual puede experimentar rechazo y aislamiento en su hogar como resultado del trauma psicosocial severo experimentado por la madre.
Este abandono puede conducir a que el niño carezca de las habilidades necesarias para establecer relaciones sólidas y positivas con los demás e incrementa el riesgo de volver a un grupo armado en busca de un sentido de pertenencia y protección, o a caer en otros ciclos de abuso en sus relaciones adultas.
La situación actual
La mayoría de las niñas, niños y adolescentes que sufren violencia sexual provienen de los estratos socioeconómicos más bajos, viven en barrios pobres en la periferia de las ciudades o en áreas rurales aisladas. El abuso suele ser a manos de un miembro de su propia familia o de pandillas criminales que controlan el vecindario.
Según el primer informe sobre el abuso sexual infantil publicado en 2019, casi el 42% de los jóvenes colombianos han sido víctimas de la violencia sexual, física o emocional durante su infancia. Entre enero y agosto de 2023, la policía registró más de 8.000 crímenes sexuales contra los menores de edad, ello a pesar del subregistro significativo. Además la Defensoría del Pueblo registró más de 50.000 casos de delitos sexuales en los últimos 5 años; sin embargo, en realidad se calcula que esta cifra podría ascender a 200.000 al año.
Explotación comercial sexual
La explotación sexual comercial de los niños, niñas y adolescentes (ESCNNA) es un problema grave en Colombia. Entre 2020 y 2023, 1.264 niños entraron en un proceso de restablecimiento de derechos debido a haber sido involucrados en el tráfico sexual. Las organizaciones que trabajan en este campo han estimado que más de 35.000 niños están involucrados en ESCNNA en Colombia, y Bogotá ha sido identificada como la región con la tasa más alta de ESCNNA.
La historia de Sandra
Tras escaparse de casa a los 11 años y dedicarse al consumo y tráfico de drogas, Sandra se sintió desesperada y recurrió al trabajo sexual para mantener a sus dos hijos. Con el apoyo de nuestro proyecto para trabajadoras sexuales en Bogotá, ha podido dejar el trabajo sexual y ha empezado a estudiar para poder proporcionar un futuro mejor para ella y sus hijos.
La historia de Sandra
Tras escaparse de casa a los 11 años y dedicarse al consumo y tráfico de drogas, Sandra se sintió desesperada y recurrió al trabajo sexual para mantener a sus dos hijos. Con el apoyo de nuestro proyecto para trabajadoras sexuales en Bogotá, ha
Cómo abordamos la violencia sexual en Colombia
Estamos trabajando con nuestros socios locales para proteger a los niños de la violencia y el abuso sexual y para ayudarles a superar los traumas que han experimentado.
Nuestros proyectos les enseñan sobre sus derechos sexuales y reproductivos para que puedan protegerse del abuso y la discriminación.
Nuestros socios también están trabajando con los padres, las escuelas, los grupos comunitarios, los trabajadores sociales y los profesionales sanitarios para ayudarles a crear un entorno de protección para los niños y para identificar y trabajar con aquellos en riesgo antes de ser víctimas abuso sexual.
Prevención de la violencia sexual y de género en Bogotá, Barranquilla y Santa Marta
Tras el éxito de nuestro primer proyecto para combatir la violencia sexual y la explotación sexual comercial de niños, pronto pondremos en marcha una nueva iniciativa con la Asociación Cristiana de Jóvenes (ACJ) para reforzar las capacidades de las comunidades y de los niños y jóvenes en riesgo de violencia sexual y de género. Centrándonos en la importancia del desarrollo y la educación en la primera infancia, pretendemos crear entornos protectores y rutas de atención para supervivientes y víctimas.
La historia de Marcela
Marcela tiene 15 años y vive con su madre, su padrastro, su hermano, su cuñada y su sobrino en Bogotá. Las relaciones en su casa han sido a menudo problemáticas y la han hecho sentir que pierde el tiempo y que no sirve
La historia de Marcela
Marcela tiene 15 años y vive con su madre, su padrastro, su hermano, su cuñada y su sobrino en Bogotá. Las relaciones en su casa han sido a menudo problemáticas y la han hecho sentir que pierde el tiempo y que no sirve para nada. Desde que se unió al proyecto, ha aprendido a ser más tolerante y a establecer relaciones más sanas con su familia.